Un poquito más de paciencia. Un pelín más de serenidad.
Un pasito más hacia adelante. Un leve movimiento hacia el otro.
Abrir la escucha. Conversar lo nuevo.
Levantar la manita (para cuando ya no pueda más). Girar el talón en movimiento de imposible.
Cha-cha-chá en la sístole. Zen y oooohm en la diástole.
Saltito y…aiaiai, uiuiui… ¡a praticar el arte de mantener el equilibrio!
Eeeeeegunon mundo!!!