Y vivir sin miedo. Sin miedo a mirar adentro.
Descubrir mis propios miedos. Y así poder ponerles nombre. Y ser consciente de ellos.
Y  en ese mirarles cara a cara, de alguna manera, dejan de dar (tanto) miedo.
Eeeegunon mundo!!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *