A veces es al comenzar el día, con el café en mano, los rotuladores cerca y el corazón disponible. Otras, cuando la jornada termina, como un ejercicio íntimo de recordar, reconocer lo que ha traído el día… y agradecer. Desde ese lugar –de comienzo o de cierre– nace el dibumensaje. No es solo un dibujo. Es mi forma de respirar el presente, de ponerle palabras y color a lo que late. De recordarme –y recordar– lo que importa.
Y en ese ratito, que ya es ritual, en el que me conecto conmigo, conecto contigo. Con las personas que estáis al otro lado, que resonáis, que compartís conmigo vuestros sentipensares, vuestras risas, vuestros silencios, vuestros días. Y ahí, el tiempo se transforma: ya no es apuro, ni tarea. Es encuentro. Es sentido. Es presencia compartida.
Este julio quiero escribir sobre eso: el tiempo que vale la pena vivir. El que no se mide en productividad, sino en presencia. El que se respira sin prisa. El que no se exige, se ofrece. El que no se pierde… porque se entrega.
Hoy quiero compartirte mis cuatro tiempos esenciales. Los que me sostienen, me nutren y me recuerdan quién soy. Tal vez te reconozcas en ellos. Tal vez te inspiren a reconectar con los tuyos.
- Tiempo para Ser, tiempo para estar.
Sin producir. Sin responder. Sin justificarse.
Solo estar. Leer un libro. Escribir algo sin destino. Caminar sin rumbo fijo.
Bañarme en el mar o tirarme en la arena y mirar al cielo sin hacer nada más.
Escuchar el silencio. Respirar profundo.
Recordarme que no hacer nada también es hacer espacio para lo importante.
Tiempo para mí. Tiempo para Ser.
- Tiempo contigo
Regalar(me) tiempo con las personas a las que quiero. Con quienes me suman.
Conversaciones sin prisa. Una terracita, un brindis, una sobremesa, una carcajada.
La mirada compartida. Un paseo que no quiero que termine.
Ese abrazo que no se da por WhatsApp. Ese reencuentro que no cabe en stories.
Porque compartir el tiempo… es compartir Vida.
Tiempo para ti. Tiempo con quienes me hacéis bien.
- Tiempo para el ecosistema
Para ir más allá de mi misma. Para mirar y sentipensar y hacerme presente en las fronteras ampliadas de mi corazón.
Para apoyar esa causa, ese proyecto, o a esa persona que lo necesita.
Tiempo para devolver, para agradecer, para comprometerme, aunque sea con un pequeño gesto.
Para sentir que no somos solo un yo, sino parte de un nosotros, un nosotras grande.
Porque me hago consciente de la la suerte y el privilegio de la Vida que disfruto, Tiempo para mi entorno. Para tejer vínculos. Para lo que importa.
- Tiempo para sembrar
Para soñar lo que vendrá. Para proyectar sin exigencia.
Para escribir una idea. Para dibujar un posible. Para imaginar un cambio.
Para revisar el rumbo. Para ajustar la brújula. Para afilar el lápiz con el que dibujas tu vida.
Tiempo para sembrar horizontes de posibilidad desde trazos firmes en este presente que es hoy, es aquí y es ahora.
💬 Si quieres recibir el post mensual y los ejercicios que te propongo puedes suscribirte a mi newsletter en https://eepurl.com/gicVhj y te la mandaré directo, cada mes, a tu bandeja de entrada y te mantendré informada de todas las novedades muxotepotolobateras.