Enfrentaré mis miedos. Pelearé con mi egoísmo. Lucharé cuerpo a cuerpo con mis inseguridades.
Dispararé sonrisas a mi tristeza sin causa.
Desenvainaré mi alegría para afrontar mis momentos de soledad.
Desarmaré mis muros y me haré insumisa a la mediocridad.
Pero por si acaso hoy no gano del todo la batalla…
atrinchérate conmigo, acompaña mi imperfección;
abraza mi vulnerabilidad y si no es mucho pedir ¡quiéreme a bocajarro!
Y porque se trata de perseverar en estas (pequeñas) grandes luchas con uno/a mismo,
recargaré el día con esperanza y altas dosis de: eeeegunon mundo!
(pd: la espada, rosa, es de caramelo dulce recubierto de chilito picante)