La columna de Boulevard de Radio Euskadi
12 de mayo a las 10:00
(a partir del minuto 02:07)
Hoy mi mirada viene cargada de sabor. Y de ese aroma al que regreso cada vez que vuelvo a México… cuando regreso a la que también fue mi casa. A mis lugares y mis gentes. A ese México tan lleno de contrastes como los mil y un colores de los murales de Diego Rivera o el crisol multicolor de la mezcla de razas y culturas y Vidas y sueños y cosmovisiones y luchas y gente bonita. Y esta vez, regresaba a Chiapas, después de once años, mi mirada se posaba sobre ese lugar tan, tan especial.
Y esos días en Chiapas, me han vuelto a regalar los sabores de una tierra intensa, doliente y hermosa. La región cafetalera tzeltal y sus gentes, impregnan el sabor de una taza de café que nunca me supo tan rica. El sabor de una taza de café que defiende la riqueza producida por la familia. Que cohesiona el tejido social. Que cuida lo que hace y cómo lo hace. Y que sobre todas las cosas defiende la Vida querida, una Vida buena.
Y en cada sorbo la mirada de María y Sebastián. Que nos abren su casa, nos ofrecen su comida, nos invitan a una conversación tan sencilla, que alimenta de hondura y sentido mi corazón.
Y en cada semilla la mirada de Jxel, que crea futuro para su comunidad.
En cada sorbo la sabiduría de José y su capacidad para crear y recrear, inventar y ofrecer nuevos sabores… de humanidad.
En cada brote el corazón de Oscar. Que sueña futuro. Y en cada una de sus sonrisas la promesa de lo que ya está aconteciendo… aquí y allá…¡ y todos juntos! ¡Todas juntas!
Y en cada grano las manos de Alberto, del Che, de Miguel, de Iván… que juntaron las suyas a un proyecto que rezuma energía, fuerza y compromiso.
Así que hoy, brindo con vosotros, con vosotras, con un café que sabe a dignidad. Con el aroma intenso de la justicia. Y claros matices de esperanza y posibilidad. Brindemos pues al son de este Eeeeegunon mundo!!! Y ojalá que llueva café… nuestro café (Capeltic).