Solo basta con un trocito. Una pizquita. Un pedacito de tí. Un cachito pequeñito de tu gran corazón.
Y esparcirlo en tu entorno, ofrecérlo a manos abiertas, regalárselo al mundo…
¿Te animas?
Ahi os va un trocito del mío, en cada saludo, en cada abrazo, en cada muxote potolo bat (=besote gordote), en cada: Eeeeeegunon mundo!!