Reivindico mi lado inocente. Para algunos/as ingenuo. Para otros fresco. Para mi, necesario.
Reivindico mirar la Vida con inocencia,
con una esperanza que sin garantías, promete otro mundo posible.
Reivindico confiar en los demás.
Creer que las personas somos buenas. Y que podemos hacer las cosas distinto y mejor… una y otra vez.
Reivindico poder expresarme desde el corazón,
sin vergüenza,
sin controlar,
sin las cortapisas del «qué dirán».
Reivindico cada pedacito de mi vulnerabilidad,
cada atisbo de fragilidad, que me hace ser mucho más yo, más real… y también más Viva.
Reivindico los abrazos y los muxotes potolos (con ruido y efecto succión).
Reivindico cada mañana, nueva y única.
Reivindico este saludo al mundo mundial que nos convoque, que nos haga sentir que estamos cerca…
Eeeeeeegunon mundo!!