Jmuc’ubtesej O’tanil (o una invitación para escuchar, nutrir, inspirar y generar posibilidad)
Habitar el presente. Expandir el alma y el corazón. Bailar al ritmo de cuatro tiempos: escuchar, nutrir, inspirar y generar posibilidad. Hoy es un buen día aprender a engrandecer el corazón. Eeeegunon mundo!! ::: #noviembre #celebrarlaVida #corazónagradecido #corazónengrandecido #graciasalaVidaquemedatanto #Vida #vulnerabilidad #laVidatodoelrato #laVidaencadainstante #noviembre24 :::: En la cultura tzeltal (México) llaman Jmuc’ubtesej O’tanil a quienes llevan en sí la magia de ensanchar el corazón de las personas. Su presencia y cuidado nutren, iluminan y reconfortan. Con gestos simples, palabras sabias, o con la calidez de su Ser. Expanden el alma de quienes están a su alrededor, y ofrecen un sentido profundo de paz y humanidad.
Con el corazón agradecido
Este corazón en el que habitan tantos corazones. Con nombre y apellido. Este respirar que me conecta con cada nuevo día. Esta bendita consciencia de tanto compartido, tanto recibido, tanto superado, tanto librado, tanto llorado, tanto disfrutado, tanto aprendido. Este nuevo día que me conecta contigo. Eeeegunon mundo!! #noviembre #celebrar laVida #corazón agradecido #graciasalaVidaquemedatanto #Vida #vulnerabilidad #laVidatodoelrato #laVidaencadainstante #noviembre24 ::: Hoy te traigo el post del mes de noviembre paera Vivir con el corazón gradecido. Si quieres recibir estos posts mensuales junto con la infografía que la acompaña, suscríbete a mi newsletter y te llegará cada mes. Noviembre 2024_Vivir con el corazón agradecido Noviembre es un mes muy especial para mi. El dos de noviembre se celebra el día de Muertos que me conecta especialmente con los años que viví en México. Y también en noviembre se celebra en Estados Unidos el día de Acción de gracias, que también tuve la fortuna de compartir y celebrar en una casa repleta de personas que se encontraban después de mucho tiempo sin verse. Y se suma a que este mes cumplían años tanto mi ama (el día 20) como el aita (el 29) y como os he ido compartiendo, me ofrecieron sin saberlo un privilegiado regalo de Vida en ese último tránsito del camino que hicieron hacia el morir. Y de ahí me viene, y quienes me conocéis lo sabéis bien, que vivo en el latido de Celebrar la Vida cada día (y siempre que se tercie poder celebrarla así con ritual, encuentro, canciones y fiesta) y en el de honrar la Vida y el camino de quienes tanto han significado en lo que hoy, aunque ya no estén físicamente conmigo. Así que noviembre se convierte en ese mes especial, que empieza a invitar a ir mirando el camino andado. Re-cordar (volver a pasar por el corazón) a quienes sí están y son parte esencial de ese camino. A descansar la mirada y el alma en la llama que arde y brilla más cálida cuando apagamos otras luces y nos quedamos en la oscuridad. Así que hoy quiero compartirte cinco perlas de aquellas experiencias que me ayudan a vivir así, dando Gracias a la Vida y agradeciendo tanta Vida recibida. Algunas las iré desgranando a lo largo de este mes de noviembre, otras son parte de otro “alumbrar” que va a ocurrir este mes de noviembre del que te contaré en breve. Gracias a la Vida que me da tanto. Cada día, bien para comenzar el día o para cierre de lo acontecido, recuerdo y agradezco por los momentos y personas significativas en mi Vida. Si no a diario, me doy momentos a lo largo de la semana, a veces el mes, para reflexionar sobre los aprendizajes y regalos que recibo de las pequeñas experiencias y encuentros cotidianos. Pienso en los momentos que me hacen sonreír y también los que me desafían, y trato de aprender e incorporarlos a mi manera de Ser y hacer. A veces me ayuda celebrar los pequeños grandes pasos y logros que voy dando. Es una manera de Vivir consciente y agradecida con y por lo que sí tengo. Así como yo tengo mi dibumensaje diario que comparto contigo, te animo a que puedas llevar un diario o cuaderno donde puedas recoger y plasmar tus sentipensamientos (pueden ser escritos, o con fotos, con dibujos o incluso anotando palabras sueltas que anclen esa acción de gracias). Cuidate y conecta. La vida no tiene ensayos; estamos en plena presentación. Soy muy consciente de ello. Por eso dedico tiempo para conectar de manera significativa con las personas importantes en mi Vida. Busco favorecer esos espacios con las personas que están en mi Vida, abriéndome a conversaciones auténticas y compartiendo mis sentipensares con confianza y apertura. A veces basta con una llamada telefónica o un whatsapp. Y otras veces, si la cercanía física y las circunstancias lo permiten busco el poder estar, encontrarnos y compartir tiempo de calidad. No se trata de hacerlo con todas las personas que conoces. Pero sí con aquellas que son parte importante de tu camino, tu Vida, tu corazón. Engrandece tu corazón y abraza el mundo. En México también descubrí que existen los jMuc´ubtesej O´tanil palabra tseltal para referirse a las “personas engrandecedoras del corazón”. Este maravilloso concepto pone en valor la interrelación y la interdependencia entre los seres humanos y el ecosistema. Son personas que, a través de sus acciones y su ser, contribuyen a la armonía y el bienestar colectivo, fomentando una conexión esencial con otras personas y también con el entorno natural y espiritual que les rodea. Hacerme consciente de lo que sí tengo, de todo aquello por lo que tan agradecida estoy, me mueve a abrir los brazos y el corazón a otras realidades. Mientras escribo estas palabras, hay lugares en el mundo que sufren, que se desangran. Que bombardean. Personas a las que matan. O las que tienen que huir de sus países y buscar refugio en lugares en los que encuentran rechazo y hostilidad. Vivir conectada a tu realidad y agradecerla es también una llamada a hacerse cargo de otras realidades menos privilegiadas y/o más complicadas. Aquí la invitación o la pauta es clara: escucha dónde está el sufrimiento, aquella persona que te necesita, la causa que te llama y comprométete con ella. Haz el gesto intencionado. Hazte presente. Vive con el corazón engrandecido. Crea y sostén tus propios “rituales”: Establezco pequeños rituales, si no pueden ser diarios, semanales, que me brindan placer y paz. Son espacios y momentos que me ayudan a reconectar conmigo misma. No tienen por qué ser cosas “excepcionales”. Disfrutar del café el domingo por la mañana, leer un libro o dedicarle tiempo a una afición con la que te recrees. Meditar, escuchar música, ir al teatro o pasear por la naturaleza. Los rituales actúan como anclas que nos conectan con nosotras mismas y con el momento presente. Vive tu duelo… y cuando estés lista recuerda y honra a quienes