¡Atrévete al mar!

Cuando es el tiempo. Cuando una pregunta se planta en tu corazón. Cuando ya no puedes más. Cuando ya no puedes menos. Cuando la Vida. Atrévete al mar! Si no  naciste para quedarte en la orilla Eeeegunon mundo!! ::: #nineunaizenaizanik  #nuevoscomienzos #solsticio #atrevete al mar #conmuchocuidado # #laVidatodoelrato #laVidaencadainstante ¡Atrévete al mar! (Si) no naciste para quedarte en la orilla. Todo nuevo comienzo empieza ahí: cuando decides dejar la orilla. Porque hay un momento en el que ya no puedes quedarte donde estás. Y elegirte… es zarpar. Junio llega con la fuerza del solsticio. Con la promesa de días más largos. Con ese algo en el aire que huele a comienzo. A ese momento en el que te das cuenta de que seguir en la orilla… ya no es una opción. A veces lo decides. Otras veces, te lo impone la vida. Pero siempre, en todo nuevo comienzo, hay una pregunta que a veces susurra y otras arde por dentro. Pero ahí está. Cuando ya no funciona, no encaja, no es suficiente. Cuando duele. Hay lugares en los que una ya no puede,  ni necesita, ni quiere quedarse. Relaciones, trabajos, dinámicas, versiones de una misma… que ya no abrigan. Y entonces, sin saber muy bien cómo, lo sabes: es momento de moverse. Porque lo que ya no funciona, también te está señalando el rumbo. A veces lo que parece rompernos… nos devuelve a nosotras mismas. Hay marejadas que arrasan. Hay rayos que caen en tu centro de gravedad. Y velas que se desgarran en plena tormenta. Pero justo ahí, en el corazón del caos, se revela algo profundo: No toda ruptura es pérdida. A veces, y aunque duela, es regresar… a ti. Cuando no avanzar es una forma de naufragar. No todo lo que se detiene “se salva”. A veces el ancla no sostiene: hunde. Y lo que creíamos refugio, resulta ser trampa. Miedos, dudas, culpas, quejas, excusas… pueden parecer protección, pero nos terminan encadenando. Zarpar, entonces, es elegir(se). Toda ida y toda vuelta… son parte del viaje de encontrarse. Porque el viaje no es lineal. Hay idas que duelen. Vueltas que confunden. Pero hay encuentro en algunos viajes de ida. Pequeños milagros cuando “vuelves”. Y belleza en los cruces. Cada nuevo comienzo se ancla en ti.  Incluso cuando te pierdes… te estás buscando. Tú eres tu puerto de llegada y puerto de destino. Cuando la muerte nos obliga —o nos ayuda— a nacer de nuevo. No todos los comienzos son celebraciones. Algunos vienen con duelo, con vacío, con preguntas sin responder. Pero hasta ahí, incluso ahí, la Vida se abre paso. “(Re)nacer duele. Pero también alumbra”. En movimiento… siempre. No se trata de ir rápido. Ni de tenerlo todo claro. Ni de llegar primero. Se trata de seguir. De confiar en tu brújula interna. De sostener el timón incluso cuando el horizonte se desdibuja. De recordar que estar en movimiento es estar viva. 10 estrellas-guía para iluminar tu viaje y no quedarte en la orilla He aprendido a no quedarme en la orilla gracias a muchas caídas y muchas decisiones. en ese viaje, he dibujado 10 estrellas que me han guiado. Hoy quiero compartirlas contigo. :::: 👉 Si quieres recibir la infografía descargable con estas 10 estrellas que iluminan el camino de los nuevos comienzos, suscríbete a mi newsletter. https://eepurl.com/gicVhj Porque todo nuevo comienzo empieza ahí: cuando decides dejar la orilla para encontrar(te en) tu mar.