A veces, alguna de las luces que iluminaban tu camino, se funde. Pof!
A veces, el camino discurre por lugares más oscuros, menos «brillantes», más… fríos. Más solitarios.
Y entonces descubres, que la verdadera luz, la que te hace brillar, la que te muestra por dónde seguir… está dentro de tí.
Y que también en tu sombra, está parte de tu luz.
Eeeeegunon mundo!!